domingo, 8 de noviembre de 2009

LOS DUEÑOS DE LA ARGENTINA DE HOY

Columna de opinión de Oscar Fernando Baró

El país está transitando por un camino de cornisas desde donde es imposible apreciar el fondo del barranco. El argentino de bien, el que labura, estudia y se sacrifica todos los días sigue siendo cautivo por la decisión de aquellos que no tienen intenciones que las cosas cambien. Son los que se tapan la cara y utilizan, para amedrentar, palos y otros elementos. Contundentes. Son los que reclaman sumas de dinero sin ninguna intención de trabajar para ganarlo. Son los que cuentan con la connivencia de sectores del poder o fuerzas de seguridad.
Todo esto, lamentablemente ocurre, porque en las esferas donde deben tomarse las decisiones que beneficien a toda la sociedad en su conjunto ha sido “copada” por elementos negativos, prepotentes y vengativos a quienes poco les interesa gobernar y mucho menos dirigir los destinos de este país.

Nadie puede saber lo que ha ocurrido con enormes y millonarias partidas de dinero destinadas a prestar ayuda a los sectores pobres e indigentes. Semiente, descaradamente, con una publicidad banal y engañosa almejar estilo del nacional socialismo de la Alemania de los años 30. La historia ha señalado con lujo de detalles lo ocurrido durante ese segmento. La segunda gran guerra mundial con su lamentable saldo de muerte y destrucción. ¿Es eso lo que se espera lograr en la Argentina de hoy?

Todos y cada uno de los personajes denunciados por irregularidades en el cumplimiento de sus deberes de funcionarios públicos o enriquecimiento ilícito, gozan de muy buena salud y libertad. Los otros, los que no cuentan con el apoyo de ningún padrino, esos han sido juzgados y condenados. Son los que están recluidos en institutos penales.

Pero qué pasa con el ciudadano común. Ese es víctima del “patoterismo” y “autoritarismo” de algunos dirigentes que se han auto elegido continuadores de un plan maquiavélico estructurado por un personaje con similares características a las de aquel “brujo” que realizaba prácticas esotéricas, asesinaba personas y hacía desaparecer a todos los que reclamaban por justicia.

Hoy resulta una ofensa mostrar la realidad de la pobreza, la marginalidad y el olvido. Se hablan de, aproximadamente, 2 millones de argentinos beneficiados con planes sociales y de desarrollo. ¿Se darán cuenta que Argentina cuenta con una población cercana a los 45 millones de habitantes? Esa relación estadística que tanto se pregona, representa un beneficio para el 0,044% de la población. ¿Y el resto qué?

Zonas importantes del país están sufriendo una sequía como nunca había ocurrido. Las obras de mejoramiento hídrico no fueron realizadas, pero el dinero no se sabe dónde fue a parar. El pueblo nota que, a medida que pasan los días, existen funcionarios más ricos frente a un pueblo al que están matando de hambre. La desidia oficial tiene nombres y apellidos, pero la justicia ni si quiera actúa de oficio. ¿Delitos de Lesa Humanidad? ¿Qué significa eso en la Argentina de hoy? La respuesta es una sola y por cierto muy dolorosa. Se anteponen las ansias de mantenerse en el poder, perjudicando a todos y cada uno de los habitantes de la Nación.

Mientras tanto, la oposición, sigue esperando revertir las cosas a partir del próximo 10 de diciembre. ¿Qué van a cambiar si hace un tiempo que se viene hablando de arreglos y contubernios entre oficialistas y opositores? En rigor de verdad usan la ignorancia intelectual y cultural del pueblo para llevar agua para sus respectivos molinos. Justo ahora que en las zonas: norte, este y oeste del territorio la gente no tiene el vital elemento para sobrevivir. Pero Argentina es un país de oportunidades para los mercaderes de la conveniencia. El periodismo, que tanto preocupa al Poder Ejecutivo, ha denunciado que en Córdoba habrían robado agua de los depósitos oficiales, llenaron camiones cisternas y luego la vendieron en domicilios para llenar las piletas de natación.

Esto no lo ve nadie o solamente el cronista que hizo la nota. Lo que ocurre todos los días en la Ciudad de Buenos Aires, en sitios perfectamente identificados, con menores que se drogan con pegamento, son aprovechados por pedófilos, se ejerce la prostitución y se vende droga a cielo abierto, tampoco lo ven las autoridades (fuente: Calles Salvajes-Canal 2). El gremio de los camioneros, una vez más, impidió la salida de dos diarios nacionales, amenazaron a las distribuidores de medios gráficos y sigue la “joda”, incitada por los de arriba para perjudicar a quienes no están alineados a su “mala intencionalidad” política y sectaria.

¿Será cierto lo que predicen numerólogos y adivinos que Argentina está sufriendo, como Egipto, las 7 plagas que menciona la Biblia? Como decía el gran Luis Sandrini: “…no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista…” Debe ser cierto Don Luis pero a mi entender, ya son demasiados los que el pueblo está sufriendo… ¿No le parece?

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