sábado, 9 de agosto de 2008

QUEJA DE LOS PUNTEROS

La inflación también llega a las marchas y movilizaciones populares, desconocemos si estos valores son ponderados por el INDK y maquillados por del Secretario de Comercio para evitar que se refleje la real estampida de los precios; de lo que sí estamos seguro es que la demanda en los servicios vinculados a la infraestructura de las movilizaciones ha generado un curioso movimiento alcista. Los precios de las manifestaciones subieron como nunca debido a las demandas de convocatorias «populares» a los actos, unidas al incremento de los insumos, hicieron subir el alquiler de los ómnibus, que pasaron de un básico de 200 pesos a los 700 en que se cotizan hoy los pocos que el oficialismo ha dejado disponibles. También se ha elevado el costo de la dotación de almas que llevan a bordo, calculado en unos 3000 pesos por vehículo. La carestía afectó asimismo a los equipos de bombos y redoblantes que exigen un cachet de entre 1000 y 1500 pesos si sus servicios musicales incluyen instrumentos de viento. O las pintadas, que de acuerdo al tamaño y la calidad cuestan unos 1000 pesos la media docena; o los pasacalles que, sin los bastidores, se ofrecían a 18 o 20 pesos y hoy son imposibles de comprar a menos de 30. Lo cierto es que los referentes bonaerenses encargados de movilizar «multitudes» comienzan a percibir que, pese a los incentivos materiales, el hastío gana a sus huestes ante una gimnasia de peregrinaciones casi semanal y ese estado de ánimo –o de desánimo- ha comenzado a contagiarlos. Un abatimiento que, aseguran, se hace evidente en las confidencias de los propios punteros del conurbano que ya no garantizan la cantidad de gente que movilizaran para el próximo acto.-

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