sábado, 6 de marzo de 2010

LA PESADILLA DE VIAJAR

En la zona hay más de 50 quejas diarias por el pésimo servicio de los colectivos.La zona sur acumula casi un 35 por ciento de esas denuncias.



Frenos que se clavan. Interrupción de recorridos por una falla mecánica. Maltrato de chóferes hacia los pasajeros. Viajar amontonados peor que el ganado. Estas y otras son las quejas que engrosan una lista que supera las 50 denuncias diarias por el pésimo servicio del transporte público de la región.

Los usuarios ponen en la mira a las empresas que cubren el trayecto desde la zona sur del conurbano hasta la Capital Federal, aunque también hacen foco en las líneas locales, como la 500, que comanda la compañía 30 de Agosto.

Las estadísticas que maneja la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), órgano encargado de verificar el verdadero cumplimiento del servicio, son por demás elocuente. Sólo en el 2008, existieron casi 50 mil quejas en todo el conurbano. La zona sur acumula casi un 35 por ciento de esas denuncias. De ellas, la que encabeza el ranking de peores empresas es la línea 159 de Berazategui al Correo Central.

Del total denunciado el año pasado, casi el 43 por ciento lo hizo por el servicio. En tanto, un 30 por ciento se quejó del maltrato del conductor. Las frecuencias incumplidas, la velocidad y el boleto escolar siguen con niveles altos de denuncias.Una docena de lectores canalizaron su indignación a través de correos electrónicos dando cuenta del mal servicio que prestan todas las empresas de transporte público que llegan o salen de nuestros barrios.-

«Con motivo de tener que ir a trabajar a la ciudad de Buenos Aires me movilizo todos los días en la línea 148 desde Zeballos hasta Constitución y el servicio deja mucho que desear» dijo Erica Martínez. «Se viaja parados, con calor y humedad y encima los choferes te tratan mal» sostuvo Erica quién señaló que hizo el reclamo pertinente antes las CNRT. Erica realizó una filmación con su teléfono celular para formular la denuncia en la CNRT. «Eramos no menos de 75 personas, en un micro con capacidad para 30 , aseguró.

La empresa a la que acusa Erica es el Nuevo Halcón S.A., «Hace muchos años que presta ese servicio y siempre tienen los mismos problemas: los colectivos se rompen, se quedan sin combustibles a mitad de camino o el motor se incendia, entre otras falencias», remarcó para graficar la situación.

Otro de los tantos correos llegados pone en la lupa a la línea 324 de la empresa Primera Junta. Una mujer identificada como Juana González la calificó como «la peor del conurbano» y le atribuyó un descontrol en el horario de los recorridos. «En las paradas dejan que los usuarios se quemen al sol o se empapen los días de lluvia». Por supuesto que cuando se les pregunta el por qué, nadie sabe nada. ¿Que espera el ente regulador para tomar cartas en el asunto?, señaló en su misiva.



DISCRIMINACION

Viajar hacia Constitución es una tarea difícil. Un problema complejo del cual este medio se ocupó en varias oportunidades. La mayoría se ha vuelto en un experto para sortear obstáculos, colgarse en el estribo o viajar más de una hora parado. ¿Pero qué pasa cuándo a esos problemas se le suma una incapacidad motriz? La tarea de viajar se vuelve imposible.

Los usuarios de la región que padecen trastornos motrices lo saben y lo padecen. En tanto, las unidades de pasajeros, tanto nacionales, como provinciales y mucho menos las municipales no tienen las unidades adaptadas para que puedan viajar. La espera, para encontrar un transporte con piso bajo puede llevar horas.

En ese marco, el año pasado, la jueza en lo Contencioso Administrativo Rita Ailán dispuso que el Poder Ejecutivo Nacional exija a las empresas de transportes de pasajeros la incorporación gradual de unidades especialmente adaptadas para personas con movilidad reducida, indicaron fuentes tribunalicias.

La resolución fue dictada ante la demanda promovida hace cuatro años por el entonces defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, para que ordenara el «inmediato y efectivo cumplimiento» de la ley 22.431.

La norma, modificada por la ley 24.314, establece la obligación de las empresas de transporte automotor de pasajeros de jurisdicción nacional de incorporar unidades equipadas para satisfacer las necesidades de usuarios con movilidad reducida.

El ombudsman acotó que por decreto presidencial 467/98 se había establecido un cronograma para la incorporación gradual y progresiva de esas unidades al parque automotor, pero a partir de 2002 la Secretaría de Transporte dictó sucesivas suspensiones y prórrogas del plazo.

En su presentación, Mondino, con datos de la Comisión Nacional Asesora para la Incorporación de Personas Discapacitadas, afirmó que «el servicio de transporte automotor de colectivos es funcionalmente inaccesible, ya que de un total de 9.430 unidades, solo 1.013 corresponde a vehículos adaptado»¨.

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