QUE HACER CON LAS PILAS USADAS
Según una encuesta es porque los consumidores no saben qué hacer con ellas. Las autoridades dicen que a las pilas comunes hay que tirarlas a la basura, pero de a una. Los ambientalistas no coinciden.
Con la esperanza de que algún día se informe qué destino seguro darle a las pilas, uno de cada cuatro consumidores las guarda en su casa porque no sabe qué hacer con ellas. El resto las tira a la basura (50%) o las lleva a lugares donde son recolectadas (20%). Así lo revela una encuesta realizada en todo el país por D’Alessio Irol que, de alguna manera, muestra la falta de información y la confusión que hoy tienen los argentinos sobre el tema.
¿Son acciones seguras? Las opiniones de autoridades sanitarias y ambientalistas están divididas. Los primeros dicen que acopiar pilas no tiene grandes riesgos, ni tampoco mandarlas al relleno sanitario. Los ambientalistas, en cambio, aseguran que no hay pila inocua. Pero en algo coinciden: las recargables, las «botón» (de reloj, por ejemplo) y las baterías de celulares no deben tirarse a la basura porque son muy tóxicas, algo que el 21% hace.
Las comunes que más se usan son las de carbón-zinc y las alcalinas (zinc y dióxido de manganeso). «Una pila común puede contaminar 200 mil litros de agua», acota Gustavo Protomastro, director ambiental de Sylkers, gestora de residuos electrónicos.
Las recargables tienen una vida útil más prolongada. Cuestan 4 veces más que las comunes pero soportan unas 400 cargas. A diferencia de las comunes, sus componentes (cadmio, níquel, cobalto y litio) pueden ser reciclados y reutilizados en otras pilas recargables.
Por ahora, los ambientalistas que creen que la basura «no es el mejor destino», aconsejan dejar de comprar pilas comunes y usar recargables. Y, en adelante, reclaman una política de «responsabilidad extendida al productor» de todas las pilas y para todo el país
domingo, 4 de octubre de 2009
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