Solo hay una cosa peor que la derrota: negar su existencia. El que pierde y reconoce que pierde se pone a buscar de inmediato cuales fueron los errores cometidos y cuales son los mejores mecanismos para corregirlos. El que dice yo no perdí, pierde por segunda vez. Y mucho más duramente. Eso es lo que - lamentablemente para todos los argentinos- mostró el ex presidente Kirchner y su esposa la presidente Cristina Kirchner. La negación de un tema no hace otra cosa que profundizar sus causas. No las elimina.
La inversión se derrumba y deja paso a un agotamiento de la capacidad instalada. No hay reposición de capital lo cual empieza a traer problemas de productividad y más tarde de competitividad, en especial, en el área de infraestructura. ¿Dónde fue a parar el aumento de recaudación de impuestos, en especial las retenciones? Sin contar, el gravamen al cheque, los derechos de exportación dejaron en las arcas públicas unos 30.000 millones de dólares. ¿Cuántas centrales energéticas se podrían haber construido, ferrocarriles a nuevo, autopistas, puertos, hospitales, escuelas, tribunales? ¿Dónde están? La industria enfrenta hoy severos problemas de competitividad derivados no sólo de la crisis internacional sino también de las rigideces del modelo que pretenden imponer desde el «matrimonio mandante»
Es infantil, inmaduro y peligroso institucionalmente que no hayan explicado cuales son a su criterio los motivos de una derrota tan dura y de que manera va responder a las claras demandas de las urnas. Con acostumbrada altanería se afirmó que en ningún lugar está escrito que tiene que haber cambios de gabinete. Se ve que no quieren no pueden o no saben escuchar el mensaje electoral. Nadie duda que hubo un rechazo contundente a una forma de gobernar con soberbia, prepotencia, autoritarismo y mentira a la hora de manejar las estadísticas públicas.
Se perdió por el caso Skanka. Por la valija con los 800.000 dólares. Por los 500 millones de dólares mas sus intereses, que nunca llegaron a la provincia de Santa Cruz. Por el desastroso manejo político con los sectores del campo, que terminó favoreciendo a las multinacionales y fundiendo la los chacareros. Por las mentiras del INDEC, (que los sectores mas pobres sintieron en carne propia). Porque un modelo que necesita tener el poder absoluto para sustentarse, se parece mucho al modelo de los militares. Por el fabuloso negociado de los Kirchner y los Gioja con la Barry Gold y la minería en San Juan y finalmente porque un gobierno que se jacta de tener 46.000.- millones de dólares en el banco central no puede garantizar la alimentación y la salud de sus gobernados; estas actitudes son las que atentan contra la gobernabilidad. Se perdió por la tozudez, por la arrogancia, por el enfrentamiento al adversario como si fuera un «enemigo», por no saber escuchar, primero a los medios de prensa, después al pueblo. Se perdió por que el modelo y sus «mantenidos» ya no resisten.
El campo, además de los efectos de la sequía, soporta desde hace años un fuerte proceso de descapitalización. Los rodeos cayeron, la faena aumentó y se liquidan cada vez más vientres. Una situación similar viven los tamberos que en lugar de aumentar la productividad deben disminuir la carga por hectárea y el rendimiento por animal para no aumentar sus costos. En el caso de los granos, no alcanza con la rotación y la soja ( ese yuyito) ya no sirve para llevar la ecuación a terreno positivo. Los servicios se deterioran a la par de la caída del consumo. El cierre de empresas del sector comercial es una muestra palmaria de la crisis. La sola mención de los empresarios del transporte de pedir subsidios al Estado para poder pagar sueldos y aguinaldo es otra señal del quiebre productivo.Todo esto enmarcado por la aparición de epidemias vinculadas con pobreza, marginalidad y desnutrición, una prueba más que el modelo no era adecuado. Primero, el cólera, luego la tuberculosis, más tarde el dengue y ahora la gripe porcina que hizo colapsar todo el sistema de salud
El Estado ya no cumple siquiera con su rol mínimo y se lanza a ser empresario quitándole los fondos al ANSES (dinero de los trabajadores) para privilegiar a empresas privadas como General Motors (quebrada en los EEUU), La Serenísima (gasta millones en publicidad sin balancear sus cuentas), etc. Aún con la declaración de emergencia el Estado destina este año (recién ahora con mas de 20.000 casos de Influenza A y no se sabe cuantas muertes, por que hasta eso se oculta) unos 1.000 millones de pesos para atender esta crisis sanitaria, mientras viene aportando «caprichosamente» unos 500 millones de dólares (1.800 millones de pesos) en una empresa quebrada como Aerolíneas Argentinas. ¿Cuál es la prioridad?.
El esfuerzo dio sus frutos y el modelo dejó una huella en toda la sociedad. Las consecuencias son la desaparición de empresas, pérdida neta de capital, fuga de divisas y los mismos problemas que en 2002: desempleo, inflación, inestabilidad social, epidemias y una ola criminal sin precedentes.
La semana pasada fue penoso ver a la presidenta de todos los argentinos hacer malabarismos complejos y alquimias extrañas para explicar lo inexplicable ante las cámaras de televisión, en un discurso vacío y dando respuestas a preguntas armadas por su marido. ¿ Que mas tienen que hacer los argentinos para que los Kirchner se dén cuenta que tienen que cambiar? ¿ Hay que rogarles, mendigarles, una autocrítica por el amor de dios. ¿No se dan cuenta que los personajes mas irritativos del gobierno tienen que irse? ¿No registran el nivel de rechazo social que hay hacia los iconos nefastos de este gobierno (Ricardo Jaime, abrió la cuenta), ahora se espera por Guillermo Moreno y Enrique Albistur, entre otros? La presidente desperdició una oportunidad increíble cuando muchos de estos personajes les pusieron las renuncias a su disposición después del desastre elecciomario. Su marido fue el mariscal de la derrota pero ella es la que debe timonear el gobierno hasta buenos puertos. Ella debe corregir en forma urgente el rumbo. No se puede explicar una derrota diciendo perdimos «por poquito» o ganamos a nivel nacional.(sabiendo que no fue así….
Cristina debería saber que «la única verdad es la realidad» (tendría que leer más al General Perón). No se puede esconder la mugre debajo de la alfombra por mucho tiempo. Es como un capricho infantil que sigue diciendo que ellos hicieron todo bien y que los que se equivocaron fue el pueblo. Esconderse entre excusas y mirar para otro lado lleva al autismo político y al aislamiento. Este gobierno necesita construir puentes y no multiplicar las trincheras. Todos lo necesitamos. Por la salud de la democracia, por la paz social, en defensa de la gobernabilidad. La consigna del kirchnerismo en campaña fue «Nosotros hacemos». Es bueno que ahora hagan una autocrítica a fondo y los cambios necesarios. Porque negar la realidad es peor que perder
La inversión se derrumba y deja paso a un agotamiento de la capacidad instalada. No hay reposición de capital lo cual empieza a traer problemas de productividad y más tarde de competitividad, en especial, en el área de infraestructura. ¿Dónde fue a parar el aumento de recaudación de impuestos, en especial las retenciones? Sin contar, el gravamen al cheque, los derechos de exportación dejaron en las arcas públicas unos 30.000 millones de dólares. ¿Cuántas centrales energéticas se podrían haber construido, ferrocarriles a nuevo, autopistas, puertos, hospitales, escuelas, tribunales? ¿Dónde están? La industria enfrenta hoy severos problemas de competitividad derivados no sólo de la crisis internacional sino también de las rigideces del modelo que pretenden imponer desde el «matrimonio mandante»
Es infantil, inmaduro y peligroso institucionalmente que no hayan explicado cuales son a su criterio los motivos de una derrota tan dura y de que manera va responder a las claras demandas de las urnas. Con acostumbrada altanería se afirmó que en ningún lugar está escrito que tiene que haber cambios de gabinete. Se ve que no quieren no pueden o no saben escuchar el mensaje electoral. Nadie duda que hubo un rechazo contundente a una forma de gobernar con soberbia, prepotencia, autoritarismo y mentira a la hora de manejar las estadísticas públicas.
Se perdió por el caso Skanka. Por la valija con los 800.000 dólares. Por los 500 millones de dólares mas sus intereses, que nunca llegaron a la provincia de Santa Cruz. Por el desastroso manejo político con los sectores del campo, que terminó favoreciendo a las multinacionales y fundiendo la los chacareros. Por las mentiras del INDEC, (que los sectores mas pobres sintieron en carne propia). Porque un modelo que necesita tener el poder absoluto para sustentarse, se parece mucho al modelo de los militares. Por el fabuloso negociado de los Kirchner y los Gioja con la Barry Gold y la minería en San Juan y finalmente porque un gobierno que se jacta de tener 46.000.- millones de dólares en el banco central no puede garantizar la alimentación y la salud de sus gobernados; estas actitudes son las que atentan contra la gobernabilidad. Se perdió por la tozudez, por la arrogancia, por el enfrentamiento al adversario como si fuera un «enemigo», por no saber escuchar, primero a los medios de prensa, después al pueblo. Se perdió por que el modelo y sus «mantenidos» ya no resisten.
El campo, además de los efectos de la sequía, soporta desde hace años un fuerte proceso de descapitalización. Los rodeos cayeron, la faena aumentó y se liquidan cada vez más vientres. Una situación similar viven los tamberos que en lugar de aumentar la productividad deben disminuir la carga por hectárea y el rendimiento por animal para no aumentar sus costos. En el caso de los granos, no alcanza con la rotación y la soja ( ese yuyito) ya no sirve para llevar la ecuación a terreno positivo. Los servicios se deterioran a la par de la caída del consumo. El cierre de empresas del sector comercial es una muestra palmaria de la crisis. La sola mención de los empresarios del transporte de pedir subsidios al Estado para poder pagar sueldos y aguinaldo es otra señal del quiebre productivo.Todo esto enmarcado por la aparición de epidemias vinculadas con pobreza, marginalidad y desnutrición, una prueba más que el modelo no era adecuado. Primero, el cólera, luego la tuberculosis, más tarde el dengue y ahora la gripe porcina que hizo colapsar todo el sistema de salud
El Estado ya no cumple siquiera con su rol mínimo y se lanza a ser empresario quitándole los fondos al ANSES (dinero de los trabajadores) para privilegiar a empresas privadas como General Motors (quebrada en los EEUU), La Serenísima (gasta millones en publicidad sin balancear sus cuentas), etc. Aún con la declaración de emergencia el Estado destina este año (recién ahora con mas de 20.000 casos de Influenza A y no se sabe cuantas muertes, por que hasta eso se oculta) unos 1.000 millones de pesos para atender esta crisis sanitaria, mientras viene aportando «caprichosamente» unos 500 millones de dólares (1.800 millones de pesos) en una empresa quebrada como Aerolíneas Argentinas. ¿Cuál es la prioridad?.
El esfuerzo dio sus frutos y el modelo dejó una huella en toda la sociedad. Las consecuencias son la desaparición de empresas, pérdida neta de capital, fuga de divisas y los mismos problemas que en 2002: desempleo, inflación, inestabilidad social, epidemias y una ola criminal sin precedentes.
La semana pasada fue penoso ver a la presidenta de todos los argentinos hacer malabarismos complejos y alquimias extrañas para explicar lo inexplicable ante las cámaras de televisión, en un discurso vacío y dando respuestas a preguntas armadas por su marido. ¿ Que mas tienen que hacer los argentinos para que los Kirchner se dén cuenta que tienen que cambiar? ¿ Hay que rogarles, mendigarles, una autocrítica por el amor de dios. ¿No se dan cuenta que los personajes mas irritativos del gobierno tienen que irse? ¿No registran el nivel de rechazo social que hay hacia los iconos nefastos de este gobierno (Ricardo Jaime, abrió la cuenta), ahora se espera por Guillermo Moreno y Enrique Albistur, entre otros? La presidente desperdició una oportunidad increíble cuando muchos de estos personajes les pusieron las renuncias a su disposición después del desastre elecciomario. Su marido fue el mariscal de la derrota pero ella es la que debe timonear el gobierno hasta buenos puertos. Ella debe corregir en forma urgente el rumbo. No se puede explicar una derrota diciendo perdimos «por poquito» o ganamos a nivel nacional.(sabiendo que no fue así….
Cristina debería saber que «la única verdad es la realidad» (tendría que leer más al General Perón). No se puede esconder la mugre debajo de la alfombra por mucho tiempo. Es como un capricho infantil que sigue diciendo que ellos hicieron todo bien y que los que se equivocaron fue el pueblo. Esconderse entre excusas y mirar para otro lado lleva al autismo político y al aislamiento. Este gobierno necesita construir puentes y no multiplicar las trincheras. Todos lo necesitamos. Por la salud de la democracia, por la paz social, en defensa de la gobernabilidad. La consigna del kirchnerismo en campaña fue «Nosotros hacemos». Es bueno que ahora hagan una autocrítica a fondo y los cambios necesarios. Porque negar la realidad es peor que perder
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